"Hermanos míos amados, oíd: ¿No ha elegido Dios a los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe y herederos del reino que ha prometido a los que le aman?" Santiago 2:5
Dios nos llama a amar al rechazado. Cómo Cristo amaba a los que la sociedad rechazaba: el hombre tranza de Hacienda, Mateo; los que tienen SIDA, los leprosos; los lúnaticos y violentos, el hombre Gadareno; el amolado, el mendigo Lazaro; y los feos físicamente, la mujer doblada por 18 años. Cristo nos enseñó que si solamente amamos a los que nos aman, hacemos bien a los que nos hacen bien o prestamos a los que nos pueden pagar, no somos mejores que los pecadores. Cristo siguió, "Amad, pues, a vuestros enemigos, y haced bien, y presten, no esperando de ello nada... Sed, pues, misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso."
Quizá el amor no es ciego, pero sí escoge ver únicamente lo bueno en otras personas. Se ha contado la historia de una niña que fue a una tienda de lencería para comprar un regalo para el Dia de la Madre. Cuando la vendedora fue preguntada si tenían fondos de damas, ella preguntó a la niña la talla de su madre. "¿Era ella delgada, gordita, alta, chaparrita...? La niña respondío, "¡Ella es perfecta!" Pues la vendedora le vendío uno talla 30. Al recibir el regalo, su madre exclamó, "¡Es precioso!" Al seguiente dia, a escondidas, fue a la tienda para cambiar el fondo por uno talla 44. Desafortunadamente, la sociedad moderna enfatiza la hermosura externa y se burla de la hermosura de santidad.
En Pedro dice, "La mejor belleza es la que se lleva dentro; no hay belleza más perdurable ni que agrade más a Dios que la de un espíritu afable y apacible." Unas de las personas más lindas que he conocido, han sido personas que realmente han sufrido. Una vez estaba en un pueblito donde dormimos sobre petates en el piso de tierra. La familia poseía únicamente los petates y unos utensilios de cocinar. Ellos nos sirvieron pollo, tortillas y café. En el momento de comer no nos dimos cuenta pero el pollo que comimos era todo el ahorro de esta familia. Estas personas eran tan encantadoras, dulces y bellas que tuvimos que evaluar nuestras propias vidas. Su amor sacrificial quebrantó nuestros corazones. ¿Qué haces tú con tu vida? La santidad no es solamente la ausencia de maldad en tu vida.
Unas personas se sienten orgullosas por las peliculas que no ven, las revistas que no leen, las fiestas y discos a las que ya no asisten, los cigarros que ya no fuman, etc. La santidad no es sentarse y no hacer nada, sino ser consumido por el celo de la casa de tu Padre y salir a los caminos y vallados regalando tu vida. María tomó una libra de perfume de nardo puro, que valdría unos 6,000 pesos, y lo derramó en los pies de Cristo y los enjugó con sus cabellos. Alguien dijo, "¿Para qué este desperdicio?" Cuando Dios te llama a servirlo muchos dicen, "Que desperdicio." Jesucristo fue ungido para predicar el evangelio a los pobres. Dios ha escogido a los pobres de este mundo para ser ricos en la fe. ¿En cuál reino tienes tu riqueza? ¿Con cuál clase de gente "te fascina" estar? ¡Hoy, mira al mundo por los ojos de Dios, y te sorprendera!
Pastor Juan Domingo
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