"Pronto llegara"
"No harán mal ni dañarán en todo mi santo monte; porque la tierra será llena del conocimiento de Jehová, como las aguas cubren el mar." Isaias 11:9
Jesús nos eñsenó mucho acerca del reino venidero. Incluso, los dicípulos lo esperaba en cualquier momento, al clamar, "El reino de Dios se ha acercado." El reino está dondequiera que esté Dios como Rey. Así cuando recibimos a Cristo, nacimos en su reino y nuestras acciones bajo su señorío son eternas en su naturaleza. Las obras hechas "en la carne" serán quemadas. También, el Reino de Dios se refiere al gobierno futuro de Dios en la tierra en el milenio y en el Cielo. Lo que haces hoy será archivado en una de dos cuentas. Una es la temporal y la otra la eterna. Dios nos va a pedir cuentas por lo que tenemos y por lo que hacemos durante este breve estancia aquí en la tierra. "No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará."
Pablo sigue diciendo a los Galatas, "No nos cansemos, pues, de hacer el bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos." Muchas veces vemos tan poquito fruto que nos desanimamos y desmayamos. Ministrando en Centroamérica hace muchos años, me encontré cansado y agotado por un plan de trabajo sin descanso. Me acuerdo claramente el estar caminando por el pasillo largo del aeropuerto de San Salvador, cuando de repente... ¡mis ojos espirituales fueron abiertos por un momento y ví algo en el reino espiritual! Jamás lo olvidaré- ¡el pasillo estaba bordeado por ángeles por los dos lados echando porras! Fue como cuando el corredor se acerca a la meta en el maratón, con las porras estimulando un último brote de energía para alcanzar a la meta. ¡No lo podía creer, uno estaba gritando, "¡Vas a llegar! ¡Estamos contigo!" Otro decía, "¡Síguele... la victoria es nuestra!" ¡Solamente tengo que acordarme de este pequeño incidente y mi espíritu se levanta y me siento volando!
A veces, ¿No parece que el Señor está frustrado con nosotros? Qué consuelo saber que Dios, quien hace la obra, es aquel que produce así el querer como el hacer en nosotros, y perfeccionará la buena obra que comenzó en nosotros hasta el día de Jesucristo. Como resultado, podemos llevar felicidad al corazón de Dios. ¡Es su obra para su gloria! Un hombre quien tiene que pasar unas horas en espera en un aeropuerto, no entra al baño y se pone triste por los adornos y comienza a remodelar. ¿Por qué? Porque no vive allí. Tiene su casa en otro lugar. Mientras anda de viaje, gastará lo mínimo, para tener más dinero para arreglar su casa permanente. Como cristianos, ¿por qué trabajamos tanto para hacer más cómoda nuestra vida en este mundo? Estamos en tránsito en un aeropuerto, nada más. Debemos gastar nuestra energía incrementando nuestro estado eterno, y no preocuparnos por la falta de adornos en las paredes en el baño del aeropuerto.
Al poner cosas constantemente en una perspectiva eterna, la vida se pone más fácil. Sí, tomamos decisiones, y Dios requiere que hagamos decisiones, que hacen más dificil nuestra vida en este mundo, pero existe un eterno peso de gloria. "Por tanto, no desmayemos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va gastando, el interior no obstante se renueva de día en día. Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; no mirando nosotros las cosas que se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas." 2 Cor. 4:16-18
Pastor Jonathan Domingo
Capitulo 13 del libro Animate!
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