miércoles, 8 de febrero de 2012

El Señor le dijo a Abram...


El Señor le dijo a Abram: “Deja tu tierra,  tus parientes y la casa de tu padre,  y vete a la tierra que te mostraré.  (Génesis 12:1)

Abram tuvo 75 años cuando Dios le dio el mandamiento de salir de su tierra. A los 75 años
la mayoría de la gente ya se jubiló, ya pagaron sus casas y carros. En pocas palabras,
terminaron la lucha de esta vida.
Aquí Dios esta pidiendo que Abram comience de nuevo. Esto seria lo mas difícil para
nosotros que ya estamos establecidos. Como es que Abraham pudo lograr esto?

Por la fe Abraham, cuando fue llamado para ir a un lugar que más tarde recibiría como herencia, obedeció y salió sin saber a dónde iba.
Por la fe se radicó como extranjero en la tierra prometida, y habitó en tiendas de campaña con Isaac y Jacob, herederos también de la misma promesa, porque esperaba la ciudad de cimientos sólidos, de la cual Dios es arquitecto y constructor.
Por la fe Abraham, a pesar de su avanzada edad y de que Sara misma era estéril,* recibió fuerza para tener hijos, porque consideró fiel al que le había hecho la promesa.
Así que de este solo hombre, ya en decadencia, nacieron descendientes numerosos como las estrellas del cielo e incontables como la arena a la orilla del mar.
Todos ellos vivieron por la fe, y murieron sin haber recibido las cosas prometidas; más bien, las reconocieron a lo lejos, y confesaron que eran extranjeros y peregrinos en la tierra. (Hebreos 11:8-13)

Aparte de tener fe, tenemos que recordar que somos peregrinos y este mundo no es nuestra tierra. Solo estamos de paso. Cuando decidimos que este tierra es nuestro hogar es cuando somos menos flexibles al llamamiento de Dios. Podemos estar demasiados cómodos.
Pero las escrituras nos da otro imagen, (Efesios 2:19) dice que somos ciudadanos de otro reino. 

Familia, no te olvides que esta tierra es temporal lo único que permanece para siempre es la voluntad de Dios.

Pastor Hassan Villegas
Serie de Genesis
www.horizonteensenada.com

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