7 Cosas que necesita saber un líder Joven

Esta semana cumplo 23 años, la verdad yo me siento anciano, pero la realidad es que soy muy joven particularmente para ser pastor. Una pregunta que he recibido muchas veces es  “como le haces para ser un líder tan joven” como si fuera alguna fórmula. La realidad es que no importa la edad un líder cristiano en general y un pastor en particular necesita de la gracia de Dios para poder realizar la tarea que Dios nos ha dado. Sin embargo si me gustaría compartir unos consejos para jóvenes que aspiran a ser lideres o lideres jóvenes.

1.     Se trata de Jesús

La primera cosa y la más importante es que para que un líder sea efectivo tiene que tener comunión con Jesús, amar a Jesús, buscar a Jesús. Pablo dijo “sed imitadores de mi como yo de Cristo” (1ra de Corintios 11:1) Lo que está diciendo es que lo que nos hace dignos de ser lideres no es quienes somos nosotros, pero el hecho que seguimos a un Dios perfecto. Un líder bíblico siempre está quitando el enfoque de sí mismo y lo pone en Jesús.

2.     El evangelio primordial

Una tendencia que yo tengo es enfocarme en lo que nosotros debemos de hacer. Somos expertos en dar indicaciones, no hagas esto, no hagas aquello, tienes que servir, tienes que involucrarte, tienes que orar, tienes que leer tu biblia, tienes que asistir a la iglesia. Todo eso es bueno pero no es primordial. De nada le sirve a las personas llegar a la iglesia si no escuchan lo que Cristo hizo por ellos en la cruz. La realidad es que un mensaje no lleva como su columna vertebral la obra de Cristo en la cruz será simplemente un taller de auto ayuda. Por eso Pablo dice me propuse no saber nada entre ustedes más que Cristo y este crucificado. (1ra de Corintios 2:2)

3.     Haz la obra de Dios en el poder del Espíritu

Muchas veces tenemos la tentación de querer ministrar a través de programas, proyectos, y planes personales y nada de eso es malo pero no pueden sustituir la obra genuina del Espíritu Santo. Podemos tener los mejores ministerios, la mejor visión, la mejor organización pero sin el poder del Espíritu Santo nuestro impacto será muy limitado. Dios anhela usarnos para ser testigos de su poder en todo el mundo. Solamente se puede hacer eso a través del poder de Dios (Hechos 1:8)

4.     Busca consejeros

Es arrogante pensar que nosotros sabemos todo lo que necesitamos saber. La biblia dice que en la multitud de consejeros hay seguridad (Proverbios 11:14). Cuando pensamos que sabemos lo que es mejor sin buscar consejo es probable que no tengamos ni la menor idea de lo que es correcto. Por nuestra juventud nos hace falta mucha experiencia. Lo que solemos hacer es buscar opiniones y después nosotros decidimos si es una buena opinión o no. El texto dice en la multitud de consejeros no solo consejos. Busca a hombres maduros y espirituales que te pueden ayudar a tomar buenas decisiones que van a glorificar a Jesús.

5.     Aprende de los que te critican

Hay muchas personas que van a querer criticarte. Sabe aprender aun de las críticas, muchas veces las críticas van entrelazadas con verdades. Un líder sabe ignorar las cosas que son falsas y recibir la reprensión por las cosas que son ciertas. (Proverbios 13:1)

6.     No eres la única persona que está siendo usada por Dios

Así como recibimos crítica es muy fácil criticar a otras personas y ministerios. Cuando empecé a enseñar me di cuenta que pasaba más tiempo criticando los errores de otras doctrinas envés de expresar la gloriosa verdad acerca del evangelio de Cristo. Muchas veces pensamos que Dios solamente obra a través de nuestra iglesia, de nuestro ministerio, o de nosotros. Pablo dice que Dios obra a través de muchos (1ra de Corintios 3:16)

7.     Como terminas es más importante que como empiezas

No pienses que un buen comienzo garantiza un buen final. No todos los que aspiran a ser buenos lideres lo serán, no todos los que tienen un el don de liderazgo lo usan de una forma que glorifica a Dios. Pablo dice que nuestra vida espiritual es como una carrera, nadie se goza por un buen comienzo sino por terminar bien la carrera. (2 Tim 4:7)

Jonathan Domingo