Este fin de
semana predique uno de los mensajes menos populares de la biblia y eso es que
el pecado a arruinado nuestras vidas. A primera se escucha como un mensaje muy
deprimente particularmente en nuestra cultura que intenta convencernos día tras
día que somos la ultima coca cola en el desierto pero no es así. Por algún
motivo el pensar que somos de alguna forma malos nos alarma. Claro nadie quiere
ser malo pero la realidad es que bíblicamente todos somos perfectamente malos.
¿Porque es
bueno esto?
Porque aunque somos rebeldes Dios demuestra
una compasión increíble al morir por nosotros. Pablo dice que Dios demuestro su
amor para con nosotros que aun siendo pecadores Cristo murió por nosotros. En
esto es demostrado su amor, no hay ninguna cosa en nosotros que merecía el amor
de Dios. Esto significa que no es que seamos valiosos sino que somos valorados,
no es que no somos tan malos, es que él es tan bueno que nos ama, no es que no
hemos alcanzado nuestro potencial, es que Dios encontró a hombres que estaban
totalmente perdidos.
Dios puede
simpatizar
Jesús vino al
mundo y sufrió las consecuencias del pecado, aunque él nunca peco sufrió
hambre, sed, pobreza, cansancio, enfermedad, tristeza, soledad, y dolor. Jesús
aun siendo perfecto permitió que sufriera todos los efectos de la caída, no hay
ninguna religión que presenta algo parecido. El concepto que Dios pueda padecer
en la mayoría de religiones es considerado blasfemia. Sin embargo Dios es tan
bueno que no permite que pasemos nuestro estado arruinado solo y por eso vino
para ser un sumo sacerdote que puede simpatizar con nuestro estado, él sabe que
somos polvo.
Salmos
103:13-17 Como el padre se compadece de los hijos, Se
compadece Jehová de los que le temen. Porque él conoce nuestra condición; Se
acuerda de que somos polvo. El hombre,
como la hierba son sus días; Florece como la flor del campo, Que pasó el
viento por ella, y pereció, Y su lugar
no la conocerá más. Mas la misericordia de Jehová es desde la eternidad y hasta
la eternidad sobre los que le temen, Y su justicia sobre los hijos de los
hijos;
Dios no deja
nuestra vida en el hoyo
El motivo que
podemos tener gozo aunque seamos pecadores es porque Dios no nos deja en este
estado derrotado, lejos de él, y camino a la destrucción total. El perdona nuestras
iniquidades, sana nuestras dolencias, remueve la culpa de nuestros pecados y
nos da esperanza. El hecho que aunque hemos pecado vez tras vez tras vez Dios
nos ve con compasión y nos perdona vez tras vez tras vez no debe causar que
queramos pecar más sino que a través de la fuerza del Espíritu Santo vivamos
vidas nuevas, transformadas, renovadas. Porque la gracia es lo único que tiene
la fuerza de cambiar a un pecador y darle la habilidad de vivir para la gloria
y honra de Dios.
Jonathan Domingo
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